Amarillo de Bismuto: El renacer de un amarillo olvidado
Pigmento amarillo de Bismuto y Bismuto recristalizado
El mundo del color está lleno de historias fascinantes. A lo largo de los siglos, los artistas han utilizado pigmentos con orígenes sorprendentes, desde minerales raros hasta extractos de insectos.
En esta serie de posts, exploraremos las curiosidades detrás de los colores que han dado vida a grandes obras de arte. Y qué mejor manera de comenzar que con el amarillo, el color vibrante del sol y el Limón.
Hoy hablaremos del Amarillo de Bismuto, un pigmento moderno que ha reemplazado opciones más tóxicas y que ha conquistado a los artistas por su intensidad y estabilidad.
¡Acompáñame en este viaje a través del color!
El Amarillo de Bismuto es un pigmento moderno con una historia que se remonta al siglo XIX, aunque su verdadero auge en la pintura artística ocurrió mucho después. Su nombre proviene del bismuto, un metal raro y pesado que, al combinarse con óxidos específicos, produce un amarillo intenso y luminoso. Descubierto como una alternativa menos tóxica al Amarillo de Cadmio, este pigmento ofrece una excelente opacidad y estabilidad a la luz, convirtiéndose en un favorito para artistas contemporáneos.
A pesar de su invención temprana, el Amarillo de Bismuto no fue ampliamente adoptado hasta finales del siglo XX, cuando la preocupación por la toxicidad de otros pigmentos llevó a su redescubrimiento. Su riqueza cromática y su capacidad para mezclarse con otros colores sin perder intensidad lo han hecho popular en el óleo, la acuarela y el acrílico. Artistas modernos lo utilizan para lograr tonos vibrantes en paisajes, retratos y abstracción, destacando por su calidez y versatilidad.
Como ejemplo mostramos un video donde el uso del amarillo de Bismuto se extiende a la pintura como sustitutivo del color blanco portador de luz por parte del pintor Nicolas Uribe. Disfrutadlo!
